Lo que pasa en la Premier League, se queda en la Premier League. Cada jornada es una fiesta y cuando parece que el DJ se queda sin música, llega el Arsenal para decirte que hay un party después del party que se llama el after party. El equipo de Arteta sabe lo que hace desde que se levanta. Lo corroboró ayer con una de esas victorias que ganan ligas y de la manera más bonita posible, con un gol en el último minuto.
Hace dos semanas fui a Londres, aunque casi no vivo para contarlo. El avión (la aerolínea más barata que encontré) pasó por unas turbulencias más escalofriantes que las zancadas de Thierry Henry. En esos momentos pensé en mi familia, en que pediría como última cena antes de morir y si este Arsenal puede salir campeón de la Premier 19 años después.
Lo bonito de este deporte es la incertidumbre, nunca sabes qué puede pasar. Ayer lo hablé con unos amigos, poniendo de ejemplo la liga española. La reflexión fue: «Los campeonatos ligueros no pasan por ganar a los de arriba. Las ligas se ganan en Ipurúa, El Sadar o Vallecas, es decir, en campos donde la afición rival se convierte en tu mayor pesadilla». El Arsenal perdió contra su fiel perseguidor, el Manchester City de Guardiola, pero la remontada en dos minutos en Villa Park y la de ayer ante el Bournemouth en el último minuto, son partidos que ganan campeonatos.
Los gunners perdían 2-0 en el minuto 57 de partido. Muchos no daban un duro por la remontada, pero como bien dicen los Pirlistas: «No hay mejor momento para matar que cuando ya te dan por muerto». Y así fue. Un tanto de Thomas Partey lamía las heridas del conjunto inglés, su apellido hizo un spoiler de lo que iba a pasar, empezaba la fiesta. Instantes después, Ben White se sumó a la hazaña poniendo el empate en el casillero, el mensaje era claro, el Arsenal nunca se rinde. Cuando todo parecía acabar en tablas, el delirio invadió el Emirates Stadium. Un zambombazo en el 97′ de Reiss Nelson agujereó la red rival.
Una victoria de un valor incalculable. Líderes a cinco puntos del City. Lo resumió en pocas palabras Nacho González, comentarista de DAZN: «El fútbol es una cosa acojonante. No tengo palabras. Me voy al hospital».
Y recordad, Pirlistas… hoy os quiero más que ayer, pero menos que mañana.