Ayer fue el Día de los Enamorados. El regalo más característico son las flores, bombones o una escapada romántica a Londres. Pese a ello, el fútbol se vistió de gala e innovó para regalarnos una noche mágica de Champions League. En San Siro sonó «Sara perché ti amo». Mientras tanto, en París, los alemanes consiguieron apagar la radio para que en ningún momento se escuchase «La vie en rose».
Amor rossonero
AC Milan 1-0 Tottenham
«Nunca te traicioné. Vivo solo para ti. Eres mi único amor». Así recibieron los aficionados rossoneros a su equipo en la noche de ayer, y no es para menos, el conjunto italiano no disputaba unos octavos de final de la UEFA Champions League desde el año 2014.
Volvía a sonar el himno de la Liga de Campeones en San Siro nueve años después. Estar entre los 16 mejores equipos de Europa no son tonterías, así lo hizo ver el Milán de Stefano Pioli. Salieron con el cuchillo entre los dientes desde el principio. Tan solo le hicieron falta siete minutos para demostrar al mundo que han vuelto para quedarse. Tras una gran jugada de Theo Hernández y una serie de rebotes, la nueva perla del club italiano, Brahim Díaz, consiguió el primer y único tanto del partido tras un remate de testa solo apto para valientes. El Tottenham intentó la igualada en varias ocasiones, pero sin ningún peligro para la portería de Tatarusanu.
Ya en la segunda parte, los italianos tuvieron dos ocasiones clarísimas para matar el partido y la eliminatoria. Un balón salvado bajo palos de Perišić y un remate de cabeza de Thiaw rozando el poste dejó vivo a los spurs de cara al partido de vuelta en Inglaterra.
Resacón en París
PSG 0-1 Bayern de Múnich
La ciudad del amor perdió su brillo. Lo que parecía ser un choque que iba a colapsar el mundo entero, acabó siendo una película a cámara lenta. Tan solo la ley del ex pudo agitar el encuentro, un gol del comandante Coman puso la salsa a un partido sin sabor.
En la previa del encuentro se mascaba la misma tensión que en los partidos del colegio que enfrentaban a la clase del A contra la del B, pero finalmente acabó siendo un choque de solteros contra casados. Un campo repleto de estrellas sin brillar. La primera parte fue un dominio total de los alemanes, movían el esférico de lado a lado, pero no conseguían materializar una jugada de peligro. Una gran defensa capitaneada por Sergio Ramos fue lo único a resaltar del PSG.
En los segundos 45 minutos, el Bayern salió con las cosas claras y consiguió el tanto de la victoria nada más empezar. Un centro con música desde la izquierda de Davies acabó con el remate de primeras del ex parisino Coman, que la mandó a guardar con un remate inapelable. La entrada de Mbappé en la segunda parte despertó al conjunto de Galtier. Consiguió marcar dos tanto que acabarían anulados por fuera de juego.
Cuando el amor es verdadero siempre vuelve, igual que la Champions League. Dieciséis equipos y solo un ganador.
Y recordad, Pirlistas… hoy os quiero más que ayer pero menos que mañana.